En artículos anteriores me referí a la secuencia de lo que significa el plan estratégico de las 4 C: Captar, consolidar y hoy expondré sobre Capacitación. Uno de los propósitos de la capacitación es conducir al hombre a la experiencia más íntima con la voluntad divina, a través de conocer las Sagradas Escrituras y con ellas formar carácter. Todo ser nacido de nuevo en Jesús necesita crecer y madurar espiritualmente, constituyéndose así en un discípulo del Señor por siempre. La Biblia que contiene la Palabra de Dios, nos anima como discípulos de Jesús a reflexionar de acuerdo con 2 Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” (RV60)
La capacitación o el equipamiento son básicos en la tarea que realizamos para que los miembros sean fructíferos; este compromiso demanda esfuerzo y una consagración diaria, pero lo importante es que no estamos solos, el Espíritu Santo nos ayuda en esta tarea fortaleciéndonos y transmitiéndonos la autoridad y el poder de Cristo. El mismo poder que actuó en tiempos de los profetas y que levantó a Cristo de la muerte, es el poder que está transformando individuos y sociedades en los tiempos más recientes de la historia de la iglesia.
A través de la presente capacitación aprenderemos de qué manera Dios desea moldear y usar la vida de aquel cuyo anhelo es servir a Dios con todo su corazón. La Biblia que es la palabra de Dios nos muestra a través de su historia cómo un grupo de hombres, llenos de imperfecciones, de pecados y frustraciones, son transformados en hombres y mujeres ungidos, verdaderos líderes, llenos de una compasión y profundo amor de Dios.
Como Ministerios Verbo tenemos la enseñanza idónea a través de los cursos del CEV, en donde cada miembro puede capacitarse para la obra y expandir así el Reino de Dios. Con esta base de conocimiento, la unción y poder del Espíritu de Dios, cada creyente tiene un mejor entendimiento de las verdades bíblicas.
Actualmente, vivimos en tiempos donde es necesario que se levanten discípulos con un testimonio de vida y conducta cristiana que impacte a la sociedad en la cual vivimos. Es imprescindible la formación de cristianos con un corazón sensible, entrenados para que sean aptos y fieles en la visión que tenemos del Reino y de esa manera, alcanzar a los necesitados, a los que han perdido las esperanzas, a los hambrientos y sedientos. Dios desea levantarlo con un testimonio de madurez cristiana que refleje a Cristo en todas las áreas de su vida, dispuesto a servirle con humildad e integridad. Es nuestra oración que a través del contenido de la revista Avance, su vida sea bendecida grandemente y que cada una de las enseñanzas traigan el fruto apacible y precioso que permanece.
Daniel García
Anciano que preside Consejo Nacional de Ministerios Verbo Guatemala.