El matrimonio es idea de Dios y no del hombre. Él lo define, Dios lo estableció desde el mismo origen de la humanidad. (Génesis 1-26-28). El matrimonio es la primera y más básica institución que Dios creó. Como tal, el matrimonio es sagrado, para toda la vida, y una declaración púbica de la unión y compromiso mutuo hecho en privado entre un hombre y una mujer; por lo tanto, es Dios quien le da una esposa a un hombre y un esposo a una mujer para que se complementen el uno al otro. Este compromiso del matrimonio dentro de nuestra cultura debe ser tenido como un pacto divino, bajo el cual hombre y mujer pueden experimentar de manera integral el verdadero sentido de intimidad espiritual, emocional y física.
El matrimonio instituido así, provee el medio para la formación de familias cuyo propósito fundamental es glorificar y honrar a Dios proveyendo las bases espirituales, emocionales, físicas y económicas para los individuos, la iglesia y la sociedad. Es en el hogar donde los niños ven los modelos de paternidad y maternidad, se les enseña los valores morales y provee el medio para modelar la relación espiritual con Dios a través de Jesucristo. Por lo tanto, la familia es el diseño original y primario de Dios para producir una descendencia fiel a Él, que a su vez, pase los valores divinos de generación en generación.
Abraham Lincoln dijo una vez, “La fortaleza de una nación está en los hogares de su gente”, en consecuencia, la familia es la columna vertebral de la iglesia cristiana y de la sociedad en general. La historia nos muestra que si alguna sociedad quiere sobrevivir, debe fortalecerse y edificarse sobre las verdades bíblicas del matrimonio y la familia.
M. Th Magda Gomez de Custodio
Iglesia Cristiana Verbo Zona 16 y Nueva Mujer