Pastoreo según la nueva normalidad por Hernán Girón

 Han transcurrido dos años desde que empezó la pandemia y a nivel global, el mundo ha sufrido una metamorfosis en su habitual movimiento del diario quehacer. Muchas personas aún continúan confinadas con la intención de resguardarse del flagelo de la peste que azota hoy día a la humanidad. 

En todas las ramas de productividad han hecho cambios radicales para evitar las aglomeraciones y los contactos personales. Los trabajos de oficina, administrativos, ventas, educativos y otros los han llevado a casa para realizarlos desde allí. Las instituciones educativas han operado en forma virtual y la mayor parte de la Iglesia ha celebrado sus actividades de la misma manera. 

Muchos creyentes han sido víctimas de este bicho y para algunos ha sido mortal. Estamos claros que congregarnos presencialmente es bíblico y mucho más agradable que hacerlo virtualmente. Humanamente pareciera imposible llevar a cabo la obra del ministerio a través del pastoreo. Sin embargo, sabemos que para Dios no hay nada imposible. 

Estos tiempos de crisis son los verdaderos retos, para los que creemos en Dios, ya que Él se hace evidente en los tiempos de dificultad, porque es allí donde alzamos nuestros ojos en Su búsqueda. 

ORACIÓN: La oración permite nuestra conexión con el Padre. Es una de las herramientas más indispensables en los momentos de dolor y angustia como, en los momentos de satisfacción. Todos los creyentes tenemos libre acceso a través de la oración a los recursos del cielo. Nuestra responsabilidad pastoral, por medio de la oración, es vital para el cuidado de la grey. Es importante conocer los nombres o apellidos de las familias que conforman nuestra comunidad para mencionarlas en nuestro tiempo de conexión con el Padre. Dios interviene cuando, de corazón, hacemos nuestras peticiones con el propósito de pedir el abrigo del Altísimo y morar a la sombra del Omnipotente para las familias que integran nuestra comunidad. 

CONSUELO: La 2da carta a los corintios nos muestra el consuelo a profundidad especialmente en el capítulo 1:3-7 NBLA 

En este pasaje, Pablo está diciendo que Dios es la fuente del consuelo para los diferentes tipos de sufrimiento físico, penas y tristezas. En virtud que por Su gracia todos los seres humanos hemos recibido Su consuelo para nuestra vida, así también nosotros debemos ser ese canal del consuelo de Dios para aquellos que están necesitando esa cobertura de consuelo. Es por eso que en nuestra comunidad Verbo, suministrar consuelo a los que están a nuestro alrededor es nuestra responsabilidad tanto como, un privilegio el colaborar con Dios como sus representantes, dando a conocer su gracia. 

GUIANZA: Hay muchas personas, que, engañadas por “maestros del mal”, no creen en la pandemia amparados en que, su fe los librará. La fe no riñe con el cuidado que nosotros mismos debemos tener. El Apóstol Pablo instruye a Timoteo diciendo: “Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza”. 1 Tim. 4:16 NBLA 

Estas acciones se dan dentro de un marco donde no nos saltamos los protocolos de salubridad. Hay medios digitales que son una buena herramienta para contactar a las personas. Una llamada, una video-llamada, una conferencia por zoom, etc. Que todos seamos hallados haciendo lo que Dios nos ha encomendado. En medio de esta pandemia velemos por el progreso de los santos y por su crecimiento en la fe. 


Hernán Girón
Miembro del Consejo Nacional de Ministerios Verbo Guatemala

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