Reino de Dios por James Jankowiak

¡Vamos de gloria en gloria! Este es el consenso de los apóstoles y profetas que han hablado a Ministerios Verbo recientemente. Pero para ello, tenemos que colaborar activamente con el Señor si queremos ir con el mover del Espíritu.

El punto de partida es 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Muchos cristianos paran aquí; dejan su pasada manera pecaminosa de vivir, pero no abrazan los cambios continuos que son necesarios al seguir a Cristo. Les gustan las alabanzas, las practicas y costumbres y las enseñanzas de ayer. Consideran que las innovaciones no son el Evangelio Verdadero, sino son la influencia del mundo contaminando la iglesia.

Claro, no debemos cambiar nada solo porque si, mas bien, queremos ser transformados en nuestra manera de pensar, acompañando al Espíritu Santo a nuevas alturas. No podemos quedarnos al pie de la montaña, y gozar del aire puro y la vista panorámica de la cumbre a la vez. Esto es lo que Dios nos esta diciendo: “Es tiempo de subir hasta la cumbre, siendo la luz del mundo y una ciudad asentada sobre un monte que no se puede esconder”.

La manera que Dios escogió para que la iglesia sea la luz del mundo es trayendo el Reino del Cielo a la tierra. Dios quiere que completemos la comisión que dio a Adán de tener dominio sobre la tierra, transformándolo, poco a poco, en el Jardín del Edén. La atmosfera del Jardín fue la del Cielo, creada por Dios.

Esto implica cambios radicales en el pensar del actual del cristianismo: 1), la Iglesia existe para agradar a Dios, no al hombre. 2) Cada miembro de la Iglesia debe creer y actuar sabiendo que Jesús dijo que Sus seguidores harán obras mayores que Él. 3) El Espíritu Santo y Su poder se esta derramando sobre la Iglesia para que ella manifieste la realidad de Jesús y de Su Reino a este mundo a través de señales y prodigios. 4) todos los miembros de la Iglesia son sacerdotes y todos tienen dones y habilidades para ser de influencia la idea que los “pastores” o “ministros ordenados” son los únicos con la comisión de hacer la obra del ministerio es una mentira.

Estos cambios se conjugan para lo que estamos actualmente experimentando: la Reforma Apostólica. La primer Gran reforma de hace 500 años atrás estableció que la salvación es por fe y no tiene nada que, con obras, indulgencias, o practicas religiosas. Esta nueva reforma esta dando a la Iglesia revelaciones y estrategias cruciales para la manifestación del Reino de Dios sobre la Tierra: aplicando el sacerdocio de los creyentes en todas las esferas de la sociedad humana (Artes, negocios, religión, comunicaciones, educación, familia, gobierno).

En el paso reciente, los lideres y miembros de las iglesias realizaban todas sus actividades, menos algunas del evangelismo, dentro la congregación local. Como consecuencia, casi no impactaban su alrededor, a pesar de que el porcentaje de cristianos en la sociedad ha aumentado notablemente en el ultimo siglo.

En realidad, el ministerio, nuestro servicio a Dios, no esta limitado a actividades que acontecen dentro de las cuatro paredes de la iglesia. Ya entendimos lo que quiere decir Jesús en Mateo 28:19-20, en la Gran Comisión.

Jesús aclaro que el trabajo de los creyentes no es invitar a los incrédulos a una reunión. Es ir a donde están para llevarlos a los pies de Cristo. Es hacerlos discípulos. Lo mas asombroso es que no es solo discipular personas en las naciones, sino discipular a las naciones: enseñando a hacer lo que Jesús nos enseño, porque Sus preceptos y mandamientos son la solución precisa para los males de la sociedad

Debido al engaño, la iglesia pensaba que su deber era enseñar a los creyentes a ser buenos cristianos; dejando fuera la dimensión de hacerlos discípulos. E incluso peor, por no instruir al mundo en los principios de Dios en todas las esferas humanas, la Iglesia no se convirtió en la luz del mundo; solo se quedo como una luz dentro de si misma.

En esta Reforma Apostólica que estamos experimentando hoy , la Iglesia esta comenzando influenciar a la instituciones educativas, al gobierno, a los lugares de negocio, entre otros. Nosotros, los sacerdotes del Dios Altísimo, ya nos dimos cuenta de que tenemos una Gran Comisión de ser luz ya gentes de cambio en toda sociedad, no solo en las vidas de unos cuantos convertidos.

Cada miembro de Verbo tiene un lugar de trabajo único en este gran mover de Dios. ¡Participa! E iremos de gloria en gloria ocupándonos de llevar el Evangelio de Reino al mundo hasta la venida de nuestro Redentor.


James Jankowiak

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