“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6,7 RV1960
La razón por la cual oramos es porque la oración es la llave que desata los recursos de los cielos para que sean manifiestos en la tierra y traídos a la realidad. La oración nos da acceso a las promesas que Dios nos ha dado. Y de esa manera podemos confesar:
«… hágase tu voluntad como en el cielo así también en la tierra» Mateo 6:10
Debido a la pandemia, renace con más fuerza la oración corporativa, produciendo unidad en las iglesias; las familias y el cuerpo de Cristo. Hemos aprendido que cuando oramos juntos se fortalecen los lazos de hermandad, nos edificamos, crecemos en el conocimiento del Señor y nos anima a confiar en Dios y permanecer en El.
En este tiempo de dificultad experimentamos que cuanto más buscamos de su presencia y más comunión tenemos con el Señor en tiempos de oración, más seguros estamos de su amor, su fidelidad, su protección divina, su provisión y de sus bendiciones.
Entendiendo que el mundo está en dificultad perseveramos en la oración, sigamos confiando que nada, ni la pandemia nos separará del amor de Cristo. «¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?» Romanos 8:35
Aún en tiempos de dificultad los animo a que continuemos orando fervientemente por: salvación, el cese de la pandemia, por el gobierno, por el cuerpo de Cristo, por la recuperación de la economía y por las familias de Guatemala y el mundo.
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” Colosenses 4:2RV1960
Berta Alicia Enríquez
Directora Nacional de Oración, Ministerios Verbo Guatemala